El Canciller de Venezuela, Jorge Arriaza, envía misiva formal a la ministra peruana de exteriores, Cayetana Aljovin, en la cual, de manera breve pero contundente, pone en evidencia el abosluto desconocimiento de su homologa peruana de las normativas internacionales que rigen las Cumbres de la Organización de Estados Americanos (OEA) y le da una verdadera cátedra al respecto.
La misiva es una respuesta a la declaración del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) de "no invitar" a la próxima Cumbre OEA en Lima (en abril próximo) al Presidente venezolano Nicolás Maduro. Como si las normas de la OEA permitieran a gusto o disgusto del país organizador local de las cumbres decidir qué presidentes invitar y qué presidentes no. Un objetivo e inexcusable mamarracho y ridículo internacional, imposible de disimular.
El hecho pone en evidencia varias realidades, a saber:
1. Que el cadavérico gobierno de PPK, agónico por los casos de corrupción, cada vez más incontenibles en las investigaciones que avanzan, y por su desesperado acuerdo con el fujimorismo para liberar ilegalmente al ex dictador Fujimori, cree encontrar en esta maniobra puramente ideológica y claramente ilegal en el marco de la normativa OEA, un "salvavidas" político que le prolongue la vida, al menos por unos meses más.
2. Que la oposición golpista venezolana y su patrón norteamericano saben perfectamente que no tienen ninguna posibilidad de derrocar al gobierno legal y legítimo de Venezuela, y peor aún, ya ni siquiera (como hace meses) de derrotarlo en elecciones. Desgastados, desprestigiados y divididos como están tras el fracaso de la última oleada violentista y la incontestable derrota electoral en la Asamblea Constituyente. Por eso, solo quedan la campaña internacional para dar piso público a una intervención militar norteamericana, enmascarada bajo la OEA, la ONU o alguna otra fórmula.
A este respecto, el último párrafo de la misiva del canciller venezolano a Aljovin es, además de una lección de historia, un llamado ético y de responsabilidad para la actualidad:
"Colega Ministra. El Libertador Simón Bolívar y el Gran Mariscal de Ayacaucho, Antonio José de Sucre, lo arriesgaron todo, hasta sus últimos alientos, por la sagrada independencia de nuestros Pueblos, y por su perpetua e inquebrantable unión. Seamos, hoy más que nunca, consecuentes con sus ejemplos y legados." (página 3, párrafo 3)
3. Que la actual canciller peruana, Cayetana Aljovin, es una muestra, más allá de gustos ideológicos y posiciones políticas, del objetivo bajo nivel ético y profesional de los funcionarios a los que ha tenido que recurrir el desprestigiado y cada vez más solo PPK.
Les dejamos a continuación la misiva, como un documento histórico en esta crucial hora para la independencia del Continente y la felicidad de sus Pueblos.




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