3
de octubre: Día Nacional de la Lucha de Clases en el Perú
Los movimientos sociales que formamos parte del Capítulo Perú Alba
Movimientos declaramos lo siguiente en torno a este 3 de octubre de 2018, a 50
años del Gobierno Revolucionario de la Junta Militar comandado por el general Juan
Velasco Alvarado:
1. El 3 de octubre de 1968, como
punto de quiebre a una larga y continua tradición de gobiernos entreguistas,
corruptos y violadores de la dignidad humana de peruanas y peruanos bajo la dominación
de la derecha oligárquica, criolla y parasitaria peruana, las Fuerzas Armadas,
comandadas por el General Juan Velasco Alvarado, tomaron el poder estatal. Se
expulsó al presidente Fernando Belaunde Terry, tal como el clamor popular lo
reclamaba por aquellos días frente a los escándalos de corrupción (el caso de
contrabando RIPSA y el contrato con la International Petroleum Company) de toda
la clase dominante que se mantenía en el poder, para dar inicio al único
proyecto nacional, soberano, democrático y popular de nuestra incipiente historia
republicana: el Gobierno Revolucionario de la Junta Militar.
2. Los 7 años que comprendió el
Gobierno Revolucionario de la Junta Militar (1968-1975) estuvieron marcados de profundos
e intensos procesos de politización de la sociedad peruana en su conjunto, la firme
reivindicación de la identidad nacional y soberana y la interpelación cotidiana
sobre la cuestión revolucionaria como tránsito a una sociedad justa para todos
y todas: “(…) iniciaron un proceso de radicales reformas estructurales que eran
pedidas clamorosamente por la ciudadanía. Nacionalización del petróleo, las
minas, las aguas y los recursos naturales. Transferencia a empresas campesinas
de 6 millones de hectáreas mediante una rápida reforma agraria. Relaciones con
la Unión Soviética, Cuba y los países socialistas. Alfabetización. Reforma
educativa. Copropiedad y cogestión de empresarios y trabajadores en las
empresas privadas. Estabilidad y derechos laborales. Fondo de pensiones.
Reconocimiento de miles de sindicatos y de la Central de Trabajadores, la CGTP.
Reconocimiento del quechua como idioma oficial. Socialización de los diarios de
circulación nacional. Reconocimiento y apoyo a los pobladores migrantes
internos que se agrupaban en las “barriadas”. Se amnistió a los presos
políticos y se comenzó a construir una democracia social con plena
participación popular sobre la base de las organizaciones populares que iban
surgiendo en las ciudades y el campo durante las transformaciones en curso”
(Béjar, 2018).
3. Asimismo, este proceso no
estuvo ajeno a distintos tipos de contradicciones generadas, justamente, a
partir del planteamiento de esquemas alternativos dentro de una estructura
democrática burguesa y a propósito de su identidad particular frente a diversos
procesos emancipatorios que se venían desarrollando en distintos lados del
continente. Sin perjuicio de ello, a modo de síntesis el balance final de dicho
bizarro episodio de nuestra historia republicana es ampliamente positivo para
las conquistas del pueblo peruano.
4. Gracias al 3 de octubre de
1968, y al legado del general Juan Velasco Alvarado, la lucha de clases se
tornó en una categoría presente de manera transversal en la vida cotidiana de
peruanos y peruanas. Por un lado, se denunció explícitamente y con gestos
concretos reivindicativos, tales como la Reforma Agraria y la estatización de
plantas energéticas en manos de capitales extranjeros, el esquema económico,
social y cultural de dominación y explotación sobre el pueblo que venía
funcionando en el Perú desde nuestra independencia. “Campesino, el patrón ya no comerá más de tu
pobreza”, afirmó con certeza y convicción Velasco entonces. Por otro lado,
además de evidenciar la relación entre oprimidos y oprimidas frente a los
opresores de siempre, una huella de dicho período histórico fue el sistemático
y permanente sentido de identidad y orgullo nacional que se que capturó las
relaciones sociales populares en el Perú. Esto significó que el pueblo peruano
asuma con dignidad y orgullo una identidad nacional, popular y soberana en el
marco de la disputa de lucha de clases de aquellos años. Qué mejor gesto que el
9 de octubre de 1968 tomar al toro por las astas y recuperar las instalaciones
de la Brea y Pariñas de las corruptas manos de la International Petroleum Company
y así declarar el “Día de la Dignidad Nacional”.
5. A 50 años de este hito de la
lucha del pueblo peruano por un país soberano y justo para todos y todas, no
nos equivocamos en el balance previo sobre el Gobierno Revolucionario. Esto no
solamente lo percibimos desde los propios testimonios de miles de peruanos y
peruanas que por primera vez evidenciaron amplios y efectivos espacios de
participación popular en la construcción colectiva de una democracia efectiva y
radical. También somos conscientes de la magnitud de la audacia del General
Juan Velasco Alvarado y los miembros de las Fuerzas Armadas que lo acompañaron
en asumir su responsabilidad histórica con nuestro Perú cuando comprobamos que
a 50 años la herida le sigue ardiendo a la misma clase dominante que vio en
riesgo, aquel 3 de octubre, sus privilegios criollos, intereses oligárquicos y
pactos entreguistas con fuerzas imperiales. Se hizo lo que ninguno de ellos
pensó -menos aún deseaba- iba a pasar. La tortilla se les volteó, por unos
años. Por eso ellos, enemigos en la lucha de clases, nunca olvidarán aquél
episodio que puso en jaque un modelo de dominación y explotación que hoy en día,
bajo distintas caracterizaciones pero con la misma esencia, les sigue permitiendo
concentrar riquezas a expensas del bienestar del pueblo peruano y la
depredación criminal, codiciosa e insostenible de nuestra naturaleza nacional.
6. Por eso este 3 de octubre de
2018 es una fecha de celebración para los movimientos populares en el Perú,
para los oprimidos y oprimidas de este modelo económico en crisis profunda por
estos días, para los peruanos y peruanas que pagan la factura de la corrupción
que tiene como epicentro de infección la supraestructura estatal dominada y
cooptada por políticos y empresarios, todos ellos representantes del imperialismo
norteamericano y el capital transnacional. Desde el Capítulo Perú Alba
Movimientos invitamos a los peruanos y peruanas a celebrar estos 50 años que marcan
la importancia de la construcción conjunta de una patria justa, soberana y
popular y que alimentan nuestra teoría y praxis revolucionaria para los
desafíos vigentes que atravesamos como pueblo. La cita es este miércoles 3 de
octubre a las 6:00 p.m. en Av. Uruguay 335, Cercado de Lima.
¡Viva el 3 de octubre!
¡Viva la unidad y la organización popular
de peruanas y peruanos!
Lima, 2 de octubre de 2018

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